Un Capítulo Provincial para llegar más lejos… juntos.
Del 13 al 23 de junio se celebró en Albino, provincia de Bérgamo, el 13º Capítulo de la Provincia de Italia del Norte. Fue sin duda el Capítulo más innovador hasta la fecha, tanto por la forma en que se celebró como por su preparación.
Una comisión de cuatro hermanos trabajó durante casi dos años en colaboración con el Provincial y un par de expertos, que guiaron el proceso a través de formas de implicar a todos los miembros de la Provincia. Durante varios meses, tres hermanos de la comisión preparatoria del Capítulo se reunieron con todas las comunidades de la Provincia. A continuación, una vez recogidos los trabajos, se celebraron dos asambleas en las que participaron la mayoría de los hermanos, siguiendo un método de participación en el que todos intervinieron para aportar su contribución y sus reflexiones.
El Instrumentum laboris que se redactó con vistas al Capítulo fue el resultado de la elaboración de las intervenciones, las solicitudes, las situaciones y las necesidades más emergentes que experimenta la Provincia Italiana del Norte. El Capítulo Provincial no hizo otra cosa que asumir este estilo probado. A través de mesas de trabajo, comparaciones y discusiones en sesiones plenarias, siempre guiadas por la pareja de expertos, todos contribuimos al crecimiento no solo de un documento programático, nacido desde abajo, sino también de un deseo de mayor participación y pertenencia a la Provincia Dehoniana.
Mirando al futuro con optimismo
Es cierto que no olvidamos las dificultades y limitaciones debidas a nuestro número cada vez menor y a la edad media tan elevada de los hermanos y al hecho de que actualmente no tenemos vocaciones, pero somos conscientes de que lo que cuenta es trabajar hasta el último día por el Reino de Dios. Seguimos creyendo en la belleza de las Bienaventuranzas. Siguen teniendo un gran atractivo y dan sentido a nuestra elección religiosa. El Programa Ejecutivo, a través de nuestro método de debate, surgió de forma natural y nos pusimos de acuerdo sobre las opciones más decisivas que la Provincia tendrá que tomar en los próximos seis años. 
El documento final, podríamos decir, respondía a la invitación del Padre Provincial, el Padre Enzo Brena, que en su informe inicial nos recordaba “tener la valentía de construir respuestas actuales a las preguntas de la historia actual, superando la inercia instintiva que nos lleva a rehacer lo que se ha hecho hasta ahora”. Sólo a través de la “Docilidad al Espíritu podemos encontrar una forma de expresar nuestro carisma sin limitarnos a identificarlo con las obras con las que, hasta ahora, lo hemos encarnado. Significa también poner en el centro la vida evangélica, conscientes de que es el amor mutuo el que nos hace reconocibles. Para ser un signo en el mundo, todos debemos estar animados “por un trabajo ad intra: construir comunidades que sean verdaderas fraternidades proféticas”. ”
El estilo de Emaús
El deseo de todos es ahora relanzarnos en nuestro servicio con un espíritu renovado, sabiendo que en el contexto actual estamos llamados a ser evangélicamente significativos, capaces de ir más allá del presente, manteniendo una fuerte unión con Cristo y entre nosotros. El Padre Provincial también escribió: “nuestros hermanos y hermanas necesitan encontrarnos como hombres que caminan con ellos, que los valoran; esperan que, por nuestra experiencia de vida comunitaria, sepamos irradiar serenidad, alegría, esperanza, caridad, sabiduría a pesar de las pruebas y contradicciones que también tocan nuestras vidas. Si caminamos y crecemos, también ayudamos a nuestros hermanos a caminar y crecer. Si estamos a la altura de nuestro pueblo y compartimos con él el esfuerzo de la vida teologal, si compartimos con él la responsabilidad de ser una comunidad cristiana, en la valoración de todos los carismas, entonces estamos haciendo lo correcto, lo que Jesús nos pide para construir el Reino”.
Carpa abierta para la reunión y la hospitalidad
El Programa Ejecutivo que surgió del capítulo gira en torno a tres verbos convertir, acordar, converger, que se convierten en paradigmas de nuestro ser y hacer. Todo ello quedó bien expresado en el prefacio del documento final: “Esta Provincia nuestra puede ser la tienda de campaña que necesitamos, una herramienta necesaria para aquellos que aún sueñan con poder descubrir la verdad sobre sí mismos haciendo el esfuerzo en el camino: esto es la conversión. Nuestra Provincia puede convertirse en una tienda de encuentro, un lugar donde podamos reunirnos como comunidad y experimentar la belleza de vivir entre hermanos: esto es convocar. La provincia dehoniana del norte de Italia puede seguir ofreciéndose como una tienda abierta al encuentro y a la hospitalidad de todos los que buscan el descanso antes de reemprender la marcha: esto es converger“.
Del capítulo salimos con la fuerza del Espíritu Santo, muchas veces invocado, para ponernos de nuevo en marcha, conscientes de nuestra pobreza, pero también responsables del don recibido.
Pidamos al Señor que nos lleve, como señaló el Provincial en su saludo final, a vivir “el encanto de esta ‘revolución’ que ha encendido el corazón de todos nosotros y que está en la base de nuestra vocación”. Redescubramos esta fascinación y dejémonos llevar por el riesgo tranquilizador de pertenecer a Él”
