Los Dehonianos, entre el anuncio del Evangelio y las obras de caridad
Los Dehonianos en Vietnam están comprometidos en varios ministerios eclesiales y servicios a la sociedad como la formación y vocaciones, el ministerio parroquial, el acompañamiento de jóvenes y el apostolado social, además de en la enseñanza en el seminario mayor y en las escuelas católicas.
“La Iglesia católica en Vietnam es una realidad muy visible y arraigada. A pesar de ser una minoría, tiene un papel decisivo en la sociedad. El gobierno vietnamita lo sabe y lo aprecia. La relación entre la Iglesia y el gobierno es buena y se basa en el respeto mutuo. En general, los católicos están orgullosos de su fe. Una de las principales razones de ello es haber vivido siempre en ambientes difíciles además de la arraigada experiencia de los mártires. Tuvieron que luchar por su identidad y por su fe. Es una Iglesia fundada en un auténtico y profundo testimonio evangélico”. Lo explica a la Agencia Fides en una entrevista el padre Rino Venturin, misionero perteneciente a la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (llamados Dehonianos) hablando de la Iglesia local en el país asiático.
Los fieles en Vietnam representan el 9% de la población y ofrecen el testimonio de una fe vibrante. “Su participación en la Eucaristía es muy alta, incluso entre semana. También rezan mucho en familia, hacen visible su fe con la presencia de altares en las casas católicas y las estatuas de los santos frente a las fachadas. Tienen una vida de oración comunitaria muy participativa”, subraya el padre Venturin.
Los Dehonianos en Vietnam están comprometidos en varios ministerios eclesiales y servicios a la sociedad como la formación y vocaciones, el ministerio parroquial, el acompañamiento de jóvenes y el apostolado social, además de en la enseñanza en el seminario mayor y en las escuelas católicas. “Solo hace unos pocos años que el gobierno ha permitido que la Iglesia administre escuelas privadas, especialmente para niños de 6 a 11 años. Muchas de estas escuelas han sido confiadas a las religiosas que hacen un excelente trabajo, tanto que los funcionarios buscan estos centros para sus hijos. Ahora hay una gran noticia: tenemos la primera universidad católica, que por el momento ofrece solo la carrera de teología. Pero el mismo hecho de que exista esta posibilidad es significativo”.
Hablando sobre expandir la misión de los Dehonianos en la Iglesia vietnamita, el padre Rino observa: “El paso necesario es entrar en diálogo con los obispos para ver, junto con ellos, si y dónde es necesario una presencia religiosa que pueda representar una llamada para nosotros. En el territorio de la ciudad de Ho Chi Mich (la antigua Saigón), -continúa-, por ejemplo, parece que el arzobispo está pensando en crear centros misioneros. Nos daría la oportunidad de desarrollar nuevas presencias de proximidad evangélica con la gente de la ciudad. Otra posibilidad podría ser la misión en el Altiplano central, es decir, en zonas de las montañas poco accesibles donde viven poblaciones nativas”. “Todavía queda mucho por hacer y los desafíos son muchos para nosotros religiosos, pero la prioridad fundamental es la vida comunitaria, hecha de comunión y de compartir, el testimonio evangélico que se convierte en anuncio del amor y de la misión de Dios”, indica el padre Venturin.
La comunidad Dehoniana de Vietnam es una entidad joven en Asia. Fue constituida como ‘Distrito’ el 12 de agosto de 2013. Ha crecido rápidamente y promete seguir haciéndolo gracias a un buen número de vocaciones. La Iglesia católica en Vietnam tiene cerca de 8 millones de bautizados, es decir el 9% de la población. Los bautismos son 100.000 al año y el catolicismo es la segunda religión del país, después del budismo.