Luís Garça Rodrigues participó como Voluntario Dehoniano en Mozambique en verano de 2015. “Fue una experiencia muy bonita y muy diversa ya que trabajamos en muchas áreas con gente de edades diferentes, dando formación, en las universidades curtos, trabajamos en las bibliotecas, hacíamos formación y dinámicas sobre la literatura mozambiqueña”.
Este joven reconoce que durante su misión, él y sus compañeros realizaron una gran labor, aunque indica que “mi sensación es que trabajé mucho pero muy poco comparado con todo lo que recibí”. “Las personas me acogieron muy bien, conviví con las familias en sus casas y me sentí uno de ellos”, señala Luís.
Por su parte, Milú dos Santos también estuvo en Mozambique, en concreto en el verano de 2011 y en la provincia de Niassa: Lichinga y Mitande. Su vivencia fue tan grata que este verano volverá como voluntaria, realizando su misión especialmente en Nampula.
“Sentimos que todo lo que hacemos es muy poco, necesitamos mucho más. Es un trabajo inmenso, tenemos una gran voluntad de aprender, siempre haciendo las cosas con mucho cariño y deseamos que al volver todos sintamos la voluntad de volver a cualquier otro sitio donde exista la necesidad de trabajar para otros”, indica Milú.
Puedes conocer más sobre el Voluntariado Dehoniano leyendo nuestra Revista Digital Especial Voluntariado aquí.