Carta al inicio del centenario de la muerte del Padre Dehon y en preparación del 150 aniversario de la fundación de la Congregación
A los hermanos SCJ
y a todos los miembros de la Familia dehoniana
“El Año Jubilar es en el curso de los años lo que el domingo es en el orden de la semana (…)”
Con alegría, los religiosos dehonianos y los miembros de la Familia dehoniana entraremos en el Año Jubilar 2025, anunciado por el Santo Padre, como un año de gracia para toda la Iglesia universal. Al unirnos a la Iglesia para el Jubileo como “Peregrinos de esperanza”, emprenderemos también nuestra peregrinación de acción de gracias a Dios, por el Centenario del nacimiento al cielo (vere dies natalis) de nuestro Fundador, el Venerable P. León Juan Dehon, y el 150 Aniversario de la fundación de nuestra Congregación. De hecho, el 12 de agosto de 2025 se cumplirán exactamente los 100 años de su muerte y, el 28 de junio de 2028, los 150 años de la fundación de la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús.
Estos dos acontecimientos son de gran significado para todos nosotros, porque nos invitan a una profunda renovación, tanto desde el punto de vista de nuestra identidad de consagrados como de nuestra misión en la Iglesia y en el mundo. Cada miembro de la Congregación y de la Familia dehoniana está llamado a vivir estos acontecimientos con alegría y a obtener de ellos el mayor beneficio espiritual y carismático.
Basándose en la Palabra de Dios, cuya meditación ocupó un lugar especial en la vida del Fundador, pero también en las Constituciones, verdadero testimonio de la herencia carismática y espiritual que nos legó el P. Dehon se ha elegido como lema para acompañarnos en estos años de celebración: “Por Él vivo: Cristo es el que vive en mí” (Ga 2, 20). Por una parte, estas palabras se presentan como el fundamento de la experiencia de fe del Fundador (Cst 2) por otra, condensan su vida al servicio del Reino del Sagrado Corazón de Jesús en las almas y en las sociedades. Se trata, por tanto, de una inmersión en la experiencia de fe del P. Dehon a través de la meditación de la Escritura y, al mismo tiempo, de un retorno a nuestros orígenes carismáticos y espirituales a través del estudio y la meditación de nuestras Constituciones, en particular del bloque: “Con Cristo, al servicio del Reino” (Cst. 9-39).
El recorrido que emprendemos, tal como fue presentado en el reciente Capítulo general, tendrá como preludio un año preparatorio, del 12 de agosto de 2024 hasta el 12 de agosto de 2025, y tres años de celebración. Con la ayuda de Dios y la colaboración de todos, deseamos que sea un periodo de profunda renovación espiritual y vocacional para cada religioso de la Congregación y para cada uno de los miembros de la Familia dehoniana.
Durante este recorrido cuatro lugares históricos de la Congregación tendrán especial relevancia: Bruselas/San Quintín (Francia), Quito (Ecuador), Kisangani/Wamba (R. D. del Congo) y Yogyakarta (Indonesia). Con el símbolo de la cruz que representa la ubicación de estos lugares, queremos abrazar el mundo, para reafirmarlo en la esperanza que brota del Costado abierto en la cruz, expresión inextinguible del amor de Cristo. No serán lugares exclusivos de celebración, sino puntos emblemáticos, que nos servirán para recordar, profundizar y celebrar aspectos esenciales del carisma que hemos recibido:
- Bruselas/San Quintín, lugares de la muerte del fundador y del nacimiento de la Congregación, representan la cuna de nuestra espiritualidad y de nuestro compromiso social. Desde allí queremos renovar nuestra vocación dehoniana (Domine, quid me vis facere?) y redescubrir nuestra identidad espiritual, fundamento de “nuestra experiencia de fe” (Cst 9) a la luz de la experiencia de fe del fundador (Cst 2-5).
- Quito, lugar de la primera misión de la Congregación, representa nuestro compromiso misionero y apostólico. Desde allí queremos reafirmar todos juntos este compromiso en la misión, muy querida por nuestro Fundador, de construir el Reino de Dios (Adveniat Regnum Tuum), expresando y viviendo la dimensión misionera de nuestra vocación como “testigos del primado del Reino” (Cst 10-15).
- Kisangani/Wamba, lugares del testimonio de fe de nuestros mártires y de los hermanos cuya sangre y vida han marcado para siempre la tierra africana y del sentido de la oblación vivida en la Congregación (Ecce venio y Ecce ancilla). Desde allí queremos subrayar nuestra oblación reparadora, uniéndonos al sacrificio de Cristo en la cruz por la salvación del mundo; y, siguiendo el ejemplo de nuestros mártires, nos renovaremos en la dimensión profética de nuestra vocación dehoniana, “unidos a Cristo en su amor y en su oblación al Padre” (Cst 16-25).
- Yogyakarta, lugar de nuestra apertura al mundo, en su diversidad cultural y religiosa, con necesidad de apertura al diálogo y a la comunión (Sint Unum) entre nosotros, entre los hombres y mujeres de nuestro tiempo, y en el mundo en el que vivimos. Desde allí queremos renovar nuestro compromiso social “participando en la misión de la Iglesia” (Cst 26-34) y estando “atentos a las llamadas del mundo” (Cst 35-39), es decir, atentos a promover una nueva unidad humana, hecha de justicia y de paz, preocupada por una ecología participativa y por la preservación de nuestra casa común, dando testimonio de que “la fraternidad de la que los hombres están sedientos es posible en Jesucristo” (Cst 65).
Cada área geo-cultural, en coordinación con el Gobierno general, se organizará para que cada tema sea debidamente abordado y compartido con todas las demás áreas y en comunión con la Familia dehoniana. Con este fin, esperamos que los Superiores de las Entidades constituyan sus comités o comisiones locales. A su vez, pedimos a las conferencias de superiores mayores de cada área geo-cultural que nombren una comisión continental. Confiamos que a inicios del mes de octubre la secretaría general de la Congregación haya recibido los nombres de los coordinadores y secretarios de la comisión de cada área geo-cultural para poder desarrollar de la mejor manera la colaboración y la programación general.
Les invito a aprovechar este tiempo, individual y comunitariamente, para revisitar nuestra identidad y nuestra misión desde la oración, el estudio y también desde nuestros apostolados.
Con la presente, en este día 12 de agosto de 2024, y en esta casa donde murió nuestro venerado fundador el P. León Juan Dehon el 12 agosto 1925, declaro abierto el recorrido de nuestro Jubileo dehoniano que se extenderá desde este día memorable hasta el 28 de junio de 2028. Que estos años de preparación, de formación y de celebración renueven nuestra respuesta a la vocación de amor y reparación que hemos recibido, a acrecentar nuestro celo misionero y nuestra pasión por la justicia y la paz en el cuidado de nuestra casa común, para que seamos siempre y en todo lugar “profetas del amor y servidores de la reconciliación de los hombres y del mundo en Cristo” (Cst 7).
Bruselas, 12 de agosto de 2024
P. Carlos Luis Suárez Codorniú, scj
Superior General y su consejo