«Cuarenta años de cárcel o cinco años de trabajos forzados»
Del lunes 10 al sábado 15 de febrero de 2025, los miembros de la Provincia SCJ del Congo se reunieron en el Centro Mons. Grison de Kisangani para celebrar la X Asamblea Provincial tras 50 años de la Provincia.
Hay que decir de entrada que, aunque la Asamblea Provincial es un órgano consultivo y las resoluciones que de ella emanan no tienen fuerza de ley, conserva toda su importancia porque permite dar a la Administración Provincial observaciones y orientaciones claras con vistas a la gestión sinodal de la Provincia.
61 religiosos de las 18 comunidades de la Provincia y de dos nuevas misiones participaron activamente en este acontecimiento provincial. También estuvieron presentes el P. Stéphane Nzuengi, misionero en Sudáfrica, y el P. David Szatkowski, de la Provincia de EEUU. Esta Asamblea Provincial, la décima tras la celebración del cincuentenario, tuvo una resonancia muy especial. En efecto, tras la celebración del XI Capítulo Provincial en febrero de 2024 y la toma de posesión de la nueva Administración Provincial, se puso de relieve las grandes líneas y perspectivas de la vida de la Provincia para los tres próximos años.
«Cuarenta años de cárcel o cinco años de trabajos forzados»
El tema que guio los debates de esta Conferencia es más que revelador: «Cuarenta años de cárcel o cinco años de trabajos forzados: Apropiación de la Carta Programática 2024-2027». Una alegoría, sin duda, pero más que eso, es un estado de ánimo, una inspiración con implicaciones concretas para la vida real. Es la nueva dinámica bajo el impulso de la nueva Administración, una dinámica que pone a todos en el tren de hacerse cargo de la Provincia.
Como parte de este proceso de hacerse cargo de la Provincia, el trabajo consistió en un análisis detallado de los cuatro pilares que conforman la Carta programática de la nueva Administración Provincial, a saber: la economía, la formación, la vida comunitaria y las obras sociales. Además de los puntos de referencia ya fijados por el comité preparatorio, los intercambios y debates permitieron evaluar y enriquecer los objetivos y estrategias propuestos para cada pilar con el fin de lograr una autogestión. Cada uno de estos pilares tiene sus propios retos, y ello requiere sacrificio y compromiso personal por parte de cada miembro; en resumen, un trabajo duro pero liberador. Este es el sentido de elegir cinco años de trabajos forzados en lugar de pasar cuarenta años, y por lo tanto la mayor parte de la vida, entregándose a una vida de dependencia. ¿No es éste el sentido del «hoy de Dios» (cfr. Cst. 147), que desea que el Reino se construya hic et nunc?
Todos los participantes comprendieron que el tiempo es ahora, y que si queremos sentirnos orgullosos de nuestra autonomía en el futuro, dependerá en gran medida de la forma en que cada uno de nosotros haya asumido e interiorizado el «hoy de cinco años». De este modo, todos podremos contar con la contribución de los demás. Hoy, vivido con optimismo, determinación y mucha fe y esperanza: eso es todo lo que podemos decir de esta Asamblea Provincial.