El pasado 4 de julio falleció a los 87 años el arzobispo emérito Claudio Hummes: nos animó a hacer posible esta Iglesia en salida
El pasado 4 de julio falleció a los 87 años el arzobispo emérito Claudio Hummes: había nacido en 1934 cerca de Porto Alegre, al sur de Brasil. Ordenado sacerdote en Minas Gerais, en 1958. Estudió filosofía en Rio Grande do Sul y teología en Minas Gerais. En Roma se doctoró y fue profesor de filosofía; en Ginebra se especializó en ecumenismo. Vuelto a Brasil en 1969, trabajó como profesor y formador de estudiantes de filosofía. En 1975, fue ordenado obispo en la catedral de Porto Alegre, por su profesor y amigo Aloísio Lorscheider.
En los 21 años que pasó en Santo André se destacó también por su labor en defensa de los trabajadores, en apoyo de los sindicatos y por su participación en huelgas como obispo responsable de la pastoral de los trabajadores en todo Brasil.
El 29 de mayo de 1996 fue nombrado arzobispo de Fortaleza, en Ceará. En los dos años que pasó en Fortaleza fue responsable de familia y cultura en la Conferencia Episcopal Brasileña en Brasilia. Fue, por tanto, uno de los artífices del II Encuentro Mundial de las Familias con el Papa, realizado en Río de Janeiro en 1997.
El 15 de abril de 1998 fue nombrado Arzobispo Metropolitano de São Paulo por Juan Pablo II. Aquí dio impulso a la pastoral vocacional, la formación de los sacerdotes y la evangelización de la ciudad.
Es importante el papel jugado en el campo de la comunicación masiva, para que la Iglesia hable a la ciudad, acercando a los católicos y llevando el Evangelio a las familias. Desde 2006, nombrado por Benedicto XVI, hasta 2010, fue prefecto de la Congregación para el Clero.
Participó en el cónclave de 2005 que eligió al papa Benedicto XVI y en el cónclave de 2013 que eligió al papa Francisco. El 8 de marzo de 2018, el papa Francisco lo nombró miembro del Consejo Pre-Sinodal que colaboró con la Secretaría General en la preparación de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Panamazonía. Había sido creado cardenal por Juan Pablo II en 2001.
En un telegrama de condolencias enviado al arzobispo de São Paulo, Odilo Pedro Scherer, el papa Francisco dice: “Llevo siempre bien grabadas en mi memoria las palabras que me dijo don Claudio el 13 de marzo de 2013, pidiéndome que no me olvidara de los pobres”.
En el telegrama, Francisco llama a Hummes «querido hermano» y agradece a Dios por los largos años de un servicio «dedicado y celoso» y «siempre guiado por valores evangélicos, a la Santa Madre Iglesia en las diversas tareas pastorales encomendadas a él tanto en Brasil como en la Curia romana, y por el compromiso de los últimos años por la Iglesia en la Amazonía”.
Durante sus funerales, se vió un largo e intenso saludo, el de toda la arquidiócesis de São Paulo, al arzobispo emérito. Se han oficiado 13 misas, la última de las cuales fue seguida por la infusión, en la cripta de la catedral metropolitana. De la celebración formó parte el nuncio apostólico en Brasil, Giambattista Diquattro; el rito fue transmitido en vivo por radio, televisión y medios digitales de la Arquidiócesis de São Paulo.
En la misa de cuerpo presente, el arzobispo de Sao Paulo, Odilo Pedro Scherer, explicó que este es un momento para agradecer a Dios por la vida de la persona que falleció: “Siempre vale la pena agradecer a Dios que esta persona estuvo en nuestro camino y nosotros hemos estado en el camino de esa persona. Porque nos encontramos, porque nos encontró, porque fue una señal de Dios para nosotros”.
En todo Brasil se dieron manifestaciones de recuerdo y cariño hacia dom Claudio. La Comisión Episcopal para la Amazonía de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil ha publicado una nota, firmada por su presidente, Dom Leonardo Steiner, arzobispo de Manaus: “Alabamos y agradecemos al Señor por la atención y el alma evangelizadora” del card. Hummes, “junto con las Iglesias y comunidades de la región amazónica”.
La Red Eclesial Panamazónica (Repam) y la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama), ambas fruto de la labor pastoral de Cláudio Hummes, emitieron una declaración conjunta de agradecimiento, por haber contado como presidente con su luminosa presencia. “Su legado y memoria seguirán entre nosotros como organizaciones hermanas que él ha impulsado con su fuerza, amor y liderazgo y que de la mano seguirán construyendo juntos un camino, como siempre ha sido su sueño, respetando nuestras diferencias, manteniéndonos en la red y en comunión con nuestro amado Papa Francisco”, se dice en la nota.
Repam y Ceama subrayan que “dom Claudio nos mostró su opción preferencial por la Amazonía y sus pueblos indígenas y nos animó a pasar del deber de hacer, a reconocer, valorar y visibilizar lo que estamos haciendo y lo que ya se hizo”. Además, “nos animó a hacer posible esta Iglesia en salida y a responder a los desafíos del paisaje territorial amazónico, a través del trabajo sinodal visto como una metodología eclesial, donde no solo pastores sino también consagrados y laicos estén presentes como sujetos”.