El noviciado de Ndoungue: un ejemplo de internacionalidad dehoniana
Bautizada como "Casa del Sagrado Corazón" el 1 de octubre de 1979, esta casa de noviciado de Camerún adoptó desde el principio una opción internacional.
La casa del noviciado dehoniano en Camerún no ha mantenido el mismo estatus desde sus inicios. Al principio, de 1954 a 1964, sirvió de casa religiosa, por lo que albergó los servicios del “Regionalato”. Con el traslado de la casa religiosa a Nkongsamba, a partir de 1964, se convirtió en la casa de retiros hasta 1979, año de gracia que vio nacer el noviciado de los dehonianos en Camerún. Fue precisamente el 1 de octubre de 1979 cuando nació el noviciado de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús en Camerún, con la entrada en el noviciado de cuatro jóvenes cameruneses. Desde el principio, el nombre de esta casa de noviciado fue el de “Casa del Sagrado Corazón”, con el padre François Rietsch como primer maestro de novicios. Desde su fundación, el objetivo de esta casa fue internacional. La intención era, por tanto, formar no sólo a jóvenes cameruneses que sintieran la llamada a ser SCJ, sino también a dos jóvenes congoleños y, en 1987, a dos malgaches. Debido a las dificultades para obtener visados para los jóvenes de Madagascar y del Congo, estas dos entidades dejaron de enviar jóvenes al noviciado de Ndoungué en 1998, en el caso de Madagascar, y en 1999, en el de la RDC. Durante casi una década, el noviciado de Ndoungué estuvo reservado únicamente a jóvenes cameruneses, hasta que en 2010 recuperó su carácter internacional con la presencia de un joven angoleño (el Hno. Bartolomé). Desde hace algunos años, este carácter internacional se refuerza con la presencia de jóvenes de la provincia de Sudáfrica, y de vez en cuando también del Chad, donde están presentes nuestros cohermanos de la provincia de Camerún. Este año, 2021-2022, la Casa del Sagrado Corazón tuvo cuatro novicios, tres de ellos extranjeros y sólo uno camerunés. El noviciado de este año comenzó con dos angoleños, un chadiano y un camerunés. El 12 de agosto tuvimos la alegría de celebrar la primera profesión de tres de ellos: Pierre Djangtoua (Chad), Loïc Arthur Metiasse Kenfack (Camerún) y Antonio Francisco Manuel (Angola). En el vídeo adjunto a este texto, estos novicios, ahora religiosos dehonianos, comparten con nosotros sus experiencias del noviciado, de la espiritualidad dehoniana y cómo ven su nueva vida como religiosos dehonianos.
El noviciado de Ndoungué sigue escribiendo sus cartas de nobleza en el gran libro de formación dehoniano. Ha formado a generaciones de dehonianos africanos, que guardan muy buenos recuerdos de ella. Más allá de la formación que tiene en cuenta la internacionalidad, ofrece hoy un marco ideal para la renovación espiritual en medio de una naturaleza cuya belleza ya nos introduce en las realidades celestiales.