La reunión de los Superiores Mayores de Europa ha comenzado en Cracovia. Están presentes casi todos los Superiores Mayores y las pequeñas entidades dehonianas del continente europeo. También están presentes el Superior General y cuatro consejeros del gobierno general.
En Europa nos encontramos con raíces carismáticas y lugares que son memoria viva de lo que es hoy la Congregación Dehoniana. Un patrimonio cuya supervivencia está amenazada.
En Europa, los SCJ se encuentran anunciando el Evangelio en un contexto en el que el cristianismo es cada vez más irrelevante. A nivel interno, las distintas entidades dehonianas se enfrentan al problema del envejecimiento y a una dramática escasez de personas y vocaciones.
Muchas son las expectativas e igualmente urgentes las respuestas que no pueden retrasarse más.
A causa de la pandemia, la reunión de los Superiores había sido aplazada y luego anulada. Y ahora, finalmente, todas las entidades estarán presentes personalmente.
Los Superiores Mayores han sido invitados a releer la carta que el Papa Francisco escribió con motivo de la celebración del 50 aniversario de la presencia de la Santa Sede como Observador Permanente ante el Consejo de Europa: “El Papa -escribe el padre José Agostinho, coordinador del evento- desafía a Europa a no detenerse en una contemplación del pasado, visto como un álbum de recuerdos, sino a proyectarse hacia el futuro”.
La carta del Papa Francisco es el punto de partida de la asamblea. A los participantes se les enviaron previamente algunas preguntas a las que tratarán de dar una respuesta común:
- ¿Cómo podemos preservar nuestro pasado y nuestra historia -lugares, casas y estructuras de la Fundación- sin nostalgia ni conservadurismo?
- ¿Qué contribución podemos hacer a una Europa más acogedora y hospitalaria, atenta a los últimos de la sociedad: los excluidos y los refugiados?
- Dado que el diálogo interreligioso es uno de los mayores retos de la integración europea, ¿cómo podemos integrar este dinamismo?
- ¿Cómo podemos conciliar la necesidad de acoger a hermanos de otras entidades y, al mismo tiempo, seguir enviando hermanos a tierras de misión?
- ¿Cómo podemos hacer efectiva y coordinar la formación común de nuestros candidatos y religiosos en la formación inicial?
- ¿Qué estrategias comunes podemos utilizar para integrar mejor a los laicos en el proyecto dehoniano?
- Para optimizar nuestros recursos humanos, ¿cómo podemos reorganizar las distintas entidades en Europa?
La semana combina conferencias y trabajo en grupo. Sólo nos queda desearle un buen y fructífero trabajo para el futuro de Europa y de toda la Congregación.