Padre Bernard Rosinski nació el 22 de enero de 1934 y tenía 88 años. Hizo sus primeros votos el 8 de septiembre de 1952 y fue ordenado sacerdote el 19 de diciembre de 1959.
Actualmente vivía en Chamberlain (Estados Unidos de America). Pertenecía a la Provincia USA.
Venite ad me, omnes qui laboratis, et onerati estis: et ego reficiam vos. (Mt 11,28)
El P. Bernie Rosinski, SCJ, falleció en la tarde del 3 de noviembre. En agosto, al P. Bernie le diagnosticaron un cáncer con metástasis que había invadido sus pulmones, páncreas e hígado. Estaba en cuidados paliativos en la comunidad SCJ de Chamberlain, Dakota del Sur (EEUU). Tenía 88 años.
Salvo un breve paso por la delegación de vocaciones, la mayor parte de su ministerio fue académico o administrativo. Enseñó en el Seminario del Divino Corazón en Donaldson, en Indiana; en el Seminario Dehon, en Great Barrington, Massachusetts; y en la Escuela de Teología del Sagrado Corazón. En 1990 fue nombrado secretario provincial, pero sólo permaneció en la casa provincial un año, antes de que se le pidiera trabajar en la Casa General en Roma. Allí estuvo de 1992 a 1998. En 2001 regresó a su antiguo trabajo como secretario provincial. También allí formó parte del consejo provincial.
Se jubiló en 2007, pero fue una jubilación activa. En Dakota del Sur ayudó en la pastoral y realizó talleres de formación para diáconos permanentes. El P. Bernie se licenció en la Universidad Gregoriana de Roma, en la Universidad de Georgetown de Washington, D.C., en el Seminario y Escuela de Teología del Sagrado Corazón y en la Universidad Estatal de Ball en Muncie, Indiana.
“Soy feliz de ser un religioso SCJ porque estoy rodeado de santos”, dijo el P. Bernie, reflexionando en sus 70 años de vida religiosa. “Hay muchos santos entre ellos, tanto fallecidos como vivos. Me parece que estando con mis hermanos religiosos descubro la santidad, a menudo oculta, pero que se descubre a través de la atención y la observación. No es que mis hermanos SCJ no tengan defectos. Saben de sus defectos, los trabajan y tratan de afrontar cualquier defecto o debilidad que impide el AMOR y el SERVICIO a los demás, como pedía el P. Dehon. Eso requiere valor y agallas. La tradición de los religiosos SCJ es la unión”.