Padre Italo Rocchi nació el 20 de Febrero de 1950 y tenía 70 años. Hizo sus primeros votos el 29 de Septiembre de 1968 y fue ordenado sacerdote el 14 de Octubre de 1978.
Actualmente vivía en Pagliare (Italia). Pertenecía a la Provincia ITM.
A tus manos encomiendo mi espíritu. (Sl 31,6)
Extracto de la homilía
(Santuario Santissimo Salvatore, Andria)
(P. Ciro Moschetta, superior provincial) – Esta iglesia del Inmaculado Corazón de María ha sido siempre para el P. Italo “el santuario”, es decir, el lugar de la manifestación de Dios. Desde que era un niño. Aquí sintió la llamada a conocer al Señor y la invitación a seguirlo en la vida religiosa y en el sacerdocio. En esta iglesia el P. Italo hizo su profesión perpetua, recibió las órdenes menores y el diaconado. Aquí recibió la ordenación sacerdotal, postrándose ante el altar para vestirse con el don de la gracia y ser ministro de Dios. En esta Santa Misa exequial, el Padre Italo está hoy frente al altar para testificar con los hechos que Dios fue su todo y dio su vida por Él. La ofrenda de sí mismo, consumida por el sacrificio de su ministerio y el sufrimiento de esta difícil enfermedad, se une hoy a la de Cristo.
El P. Italo siempre se ha sentido atraído por el Corazón de Jesús. Normalmente se refería a él al final de sus escritos o mensajes, incluso en su teléfono móvil. De acuerdo con el deseo que expresó para su misa exequial, hoy celebramos la misa votiva del Inmaculado Corazón de María, en este primer sábado del mes. El P. Italo abrió su corazón y entró en diálogo con Dios, tratando de entender y cumplir su voluntad, a veces luchando como el resto de nosotros.
A veces a los demás les parecía demasiado cerrado e introvertido, como si guardara celosamente esta interioridad suya, dejando de lado todo formalismo. Nunca le gustaron las ceremonias y los discursos de las circunstancias. Prefirió más bien permanecer en silencio y hacerse a un lado. Para él era necesario apuntar a lo esencial, “permanecer en las cosas del Padre”.
Los hermanos recordaremos al P. Italo por algunos servicios importantes que realizó en nuestra provincia religiosa, según su sensibilidad y preparación.
En primer lugar, el compromiso de proclamar el Evangelio a través de los medios de comunicación, especialmente a través de la radio CHRISTUS, para llevar el mensaje cristiano a los hogares, familias y corazones de la gente.
Luego el servicio de la pastoral juvenil y vocacional, para el cual se había preparado en sus estudios obteniendo la licenciatura en ciencias de la educación y la catequesis. Fueron años intensos y agotadores, pero igualmente hermosos y emocionantes, tanto que aún hoy vivimos de este legado que nos dejó.