Redescubrir las bases de la comunión

El undécimo día del XXV Capítulo General comenzó con la Santa Misa de la Memoria de la Santísima Virgen María, celebrada en portugués. Ofrecimos la Eucaristía en acción de gracias por los jubilares capitulares: el P. Julién Braun (60 años de vida religiosa), el P. Luca Zottoli y el P. Sildo César da Costa (25 años de sacerdocio). El P. Sildo presidió la Eucaristía y en la sala capitular, reflexionó sobre la liturgia de hoy. En la primera lectura, el rey Josías lleva a cabo la reforma del templo, que representa el establecimiento del monoteísmo: un solo Dios, un solo pueblo, un solo culto, un solo templo. Se encuentra el Libro de la Ley y el pueblo de Israel toma conciencia de su infidelidad. Deciden volver a la ley de Dios y cumplir sus mandamientos. Si el templo de Dios es nuestro corazón, debemos encontrar lo que se ha perdido en este templo interior. En el Evangelio, Jesús afirma que a un árbol se le conoce por sus frutos. Nos exhorta a ser coherentes, uniendo la palabra a la acción.

Dedicamos tiempo al tema de la comunión, considerando nuestra diversidad, pero también nuestros valores, visiones y objetivos comunes. Necesitamos tener una comprensión común de la comunión y de cómo se vive concretamente.

El P. Gilbert Kamta Tatsi, superior del Colegio Internacional de Roma, presentó un informe sobre la vida de la comunidad de Roma. Es un lugar de comunión, de vida y de estudios ofrecido a toda la congregación. Acoge a los miembros de la Administración General, a los colaboradores del Generalato y a los cohermanos que estudian en Roma. Nuestra casa fue fundada hace 70 años y bendecida por el obispo Giovanni Battista Montini, que más tarde se convertiría en el Papa Pablo VI. El lema actual de la comunidad es “Vivir el espíritu de comunión como testimonio de la vida de Cristo en un mundo cambiante (Sint Unum)”. La vida comunitaria se comparte en reuniones, oración en común, comidas, retiros, salidas y celebraciones. Los miembros también participan en actividades pastorales, ayudando en parroquias, retiros, etc., siempre que es posible. La hospitalidad es una de las características de la ontología dehoniana, por lo que abrimos nuestra casa a los cohermanos que nos visitan, familiares y amigos, e incluso para acoger a los refugiados que buscan una vida estable en Italia.

Tras este informe, nos reunimos en grupos lingüísticos para reflexionar sobre el tema de la comunión. Surgieron muchas ideas, como promover la lectura, la reflexión y la puesta en común de nuestra Regla de Vida, especialmente en lo que se refiere a la comunión; animar a las comunidades locales a elaborar un Plan de Vida Comunitaria anual para potenciar la comunión entre los miembros, teniendo en cuenta elementos como el horario comunitario, la vida espiritual y la oración, el ocio, el apostolado, el cuidado de los enfermos y los ancianos, las responsabilidades comunitarias, etc.; y reforzar la importancia del superior local. El Capítulo también dedicó mucho tiempo a debatir la cuestión de la internacionalidad y el correcto proceso de formación de comunidades internacionales. Este parece ser un tema muy importante que exigirá una mayor reflexión y decisiones concretas del Capítulo. Volveremos sobre ello en los próximos días.

El P. Carlos cerró la sesión refiriéndose a la primera lectura de hoy. Es muy hermoso ver que la liturgia nos inspira y que Dios nos da la palabra justa en el momento oportuno. Hoy, el rey Josías se rasgó las vestiduras al darse cuenta de que el pueblo de Israel había olvidado el Libro de la Ley. Decidió convocar a todo el reino para que leyera el libro y le hiciera caso. Nosotros también tenemos nuestra Regla de Vida y puede que descubramos que también la hemos olvidado. Así que leámosla juntos, reflexionemos, compartámosla y esforcémonos por vivir su contenido. Seguro que esto nos ayudará a crecer en comunión en el espíritu de Sint Unum.