Hoy, los Superiores Mayores de Europa han presentado los aspectos positivos, los aspectos negativos y los retos comunes de las distintas entidades dehonianas.
Los trabajos de la asamblea de los Superiores Mayores de Europa se abrieron con la conferencia del P. Wladyslaw Majkowski scj sobre el tema “Desafíos para la vida dehoniana y eclesial hoy”. En Europa -según el ponente- los SCJ deben afrontar juntos al menos cuatro nuevas formas de pobreza: la precariedad, la migración, la ecología ambiental y humana y los cambios culturales como el proceso de decristianización, la ideología de género, la pandemia y sus consecuencias. ¿Cómo? En su opinión, deben comprometerse de lleno con la solidaridad social.
Números y cuestiones críticas
Según las últimas estadísticas, los dehonianos en Europa son hoy 725 y representan el 34,5 de la Congregación.
Las distintas entidades y colectividades territoriales han presentado hoy su historia, los aspectos positivos, los aspectos negativos, y los retos.
Hay dos elementos de fragilidad que son comunes a todas las entidades dehonianas de Europa: el progresivo e imparable envejecimiento de los miembros y la falta de vocaciones autóctonas.
A esto se suman problemas en el seno de las comunidades como, por ejemplo, la resistencia al cambio, la asunción de estilos de vida poco evangélicos, la dispersión y el activismo pastoral, un ambiente poco fraternal y a veces muy conflictivo entre los miembros, la falta de una planificación seria, la debilidad en el anuncio entusiasta del Evangelio.
Por último, el abandono de la vida religiosa por parte de los miembros jóvenes plantea muchos interrogantes.
Dedicado a la evangelización
Pero no sólo hay señales negativas. Lo que sorprende al escuchar los distintos informes es que los Superiores Mayores están agradecidos y contentos de ver la disponibilidad y la dedicación de la mayoría de los hermanos. Por lo tanto, a pesar de la resistencia, la actitud espiritual del Ecce Venio, pilar de la identidad carismática dehoniana, se vive en la práctica.
Es imposible enumerar las numerosas actividades pastorales en los más variados campos de la misión: desde la parroquia, a los jóvenes, a la cultura, a los pobres, al mundo universitario y escolar, al mundo de los hospitales, en medio de los pobres, al lado del pueblo como ocurre en Bielorrusia y Moldavia.
El espíritu comunitario de muchas comunidades es también una fuerza que genera amistad y apoyo a los esfuerzos de evangelización.
Abierto al futuro
Por último, hay retos comunes en los que es necesario invertir más y a los que aún no se ha dado una respuesta común: revitalización de la vida fraterna, escucha de los jóvenes, apertura convencida a la internacionalidad, compromiso con las cuestiones sociales (empleo precario, mundo del trabajo, formación).
Una agenda llena de temas y perspectivas. Ciertamente, un camino lleno de incógnitas, pero que hay que seguir con confianza como fue el camino de Abraham.