En la parroquia dehoniana de Toronto (Canadá) se celebraron una serie de iniciativas inspiradas en el Beato Carlo Acutis, joven italiano beatificado por el Papa Francisco en 2020. Una inesperada multitud de personas y jóvenes asistieron al evento.
Me gustaría compartir con ustedes un evento increíble que tuvo lugar en la Parroquia de Santa Elena, en Toronto, entre el 3 y el 8 de octubre de 2022. Recibimos al P. Fábio Vieira, de la Diócesis de Corumbá, Brasil, que vino a compartir con nuestros feligreses el ejemplo inspirador del Beato Carlo Acutis, un joven italiano que murió de leucemia a la edad de 15 años, y fue beatificado por el Papa Francisco en 2020.
El P. Fábio había sido elegido para acompañar el proceso de beatificación en Roma, llevando la documentación del milagro ocurrido en Brasil y que fue aceptado por el Vaticano como signo de la intercesión de Carlo Acutis. Además, tuvo la graciosa oportunidad de vivir durante un año con la familia de Carlo Acutis en Asís, donde conoció preciosos recuerdos de este joven santo por parte de sus más allegados. Como podéis imaginar, tenía mucho que contarnos. También trajo una reliquia que se expuso durante toda la semana de la misión. Muchas personas de todo Toronto acudieron a Santa Elena para escuchar al P. Fabio y venerar la reliquia. El programa incluía la santa misa, la adoración eucarística y las confesiones, así como ricas charlas, tanto en portugués como en inglés.
El punto álgido tuvo lugar el sábado 8 de octubre, con un retiro de todo un día al que asistieron más de 400 personas. Al final del día, se bendijo un altar con la reliquia, que permanecerá en la iglesia de Santa Elena para todos los que vengan a visitarla y a rezar. Antes de regresar a Brasil, el P. Fabio también se tomó el tiempo de visitar y presentar la reliquia en las parroquias de Nuestra Señora del Rosario y Santo Tomás Moro. Quedamos muy impresionados por la cantidad de gente, especialmente los jóvenes, que se presentaron atraídos por el Beato Carlo Acutis.
Esperamos que este evento dé frutos de fortalecimiento de los ministerios de jóvenes y jóvenes adultos en nuestras comunidades parroquiales. Rezamos para que suscite en sus corazones el deseo de ofrecer sus vidas a Dios, y para que algunos sean llamados a la vida religiosa y al sacerdocio.
