Sint Unum con el Santo Padre y la Iglesia universal
La jornada estuvo marcada por la audiencia del Papa Francisco a los capitulares. Por la tarde, se reflexionó sobre la economía y se recordó a los hermanos fallecidos en los últimos seis años.
El duodécimo día del XXV Capítulo General comenzó con una audiencia privada con el Santo Padre en el Vaticano. En su discurso, el Papa Francisco reflexionó sobre el tema del Capítulo General, “Llamados a ser uno en un mundo en transformación: Para que crean” (Jn 17,21). Hizo hincapié en dos puntos principales: “ser uno” (unidad) y “para que el mundo crea” (misión/evangelización). Nos recordó que en la Última Cena, Jesús rezó para que la unidad fuera un don para sus discípulos.
“La unidad no es obra nuestra, no podemos alcanzarla por nosotros mismos. Podemos hacer nuestra parte, pero necesitamos la ayuda de Dios. (…) Cuanto más unidos estemos a Él, más unidos estaremos entre nosotros”. En cuanto a nuestro apostolado, nos preguntó: “¿Cómo decir algo significativo a un mundo que parece haber perdido el corazón?”. Este encuentro fraterno nos animó a seguir adelante con nuestro deseo de construir la reconciliación en un mundo roto. Fue una verdadera experiencia de Sint Unum con la Iglesia Universal, representada en la persona del Santo Padre, quien se tomó tiempo para encontrarse con nosotros. Informalmente, el Papa Francisco se dirigió al P. Carlos, superior general, y prometió rezar por las vocaciones dehonianas. Gracias, Papa Francisco. Nosotros también prometemos rezar por usted.
Para leer el discurso del Papa Francisco, disponible en inglés e italiano, haga clic aquí: “¡Gracias por lo que hacéis”
De regreso de la audiencia papal, celebramos la Eucaristía en inglés en memoria de nuestros cohermanos fallecidos. El celebrante principal fue el P. Piotr Surdel, superior de la Provincia Sudafricana. En su reflexión sobre la Palabra de Dios, el P. Piotr mencionó que la primera lectura narra la historia de la invasión babilónica sobre el reino de Israel, la consiguiente destrucción del templo y el exilio. Israel interpretó esta tragedia como resultado de su infidelidad a Dios y por haber oprimido a los pobres. Dios habló a través de los profetas e invitó a su pueblo a volver a Él, reorientando su vida según su ley. La Biblia atestigua que Dios nunca ha abandonado a su pueblo; al contrario, siempre está tendiéndole la mano y buscándolo. Como personas salvadas por el Señor, estamos llamados a abrirnos al discernimiento. Para nosotros, dehonianos, discernir significa sumergirnos en el amor de Dios, descubrir su palabra para nosotros hoy; es cambiar nuestros caminos para configurarnos con el camino de Dios (metanoia). En el Evangelio, Jesús dice que los que escuchan sus palabras y las ponen en práctica son como un hombre prudente que construyó su casa sobre roca. Acogemos la Palabra de Dios para cambiar nuestra mente y nuestro corazón. En este proceso de metanoia, tenemos a Dios como compañero, así como a los demás. Y hoy, tenemos el ejemplo de nuestros cohermanos que nos precedieron y fueron fieles servidores de Dios y de su Iglesia. ¡Que intercedan por nosotros!
Por la tarde, nos reunimos en grupos lingüísticos para trabajar sobre el tema de la economía. Los resultados de la discusión de los grupos se compartirán mañana en la sala capitular.
Para clausurar los trabajos de hoy, se celebró una hermosa fiesta en la sala capitular. Mientras veíamos en la pantalla los nombres y fotos de nuestros cohermanos fallecidos en los últimos seis años, se ofrecieron rosas blancas delante de la cruz para honrar su memoria. Que la fragancia de su caridad siga perfumando el cielo. ¡Requiescant in pace!
El 28 de junio celebramos el nacimiento de nuestra Congregación. El 27 por la noche, a las 21:00, hubo un momento de oración y un concierto de música llamado “Voces de Dehon”. Cofrades de diferentes países presentaron su canto celebrando el tesoro de nuestro carisma dehoniano en el espíritu de Sint Unum.
Para visualizar el Dehon Voices: