“Tiempo de gracia” en la Asamblea Provincial de BRE
A principios de febrero, la Provincia de BRE celebró su Asamblea Provincial y, en esa ocasión, el hermano Rodrigo Víctor hizo su profesión perpetua.
La Provincia de Brasil Recife (BRE) se reunió en Asamblea los días 8, 9, 10 y 11 de febrero de este año. Debido a la pandemia de Covid-19, la Asamblea Provincial tuvo lugar de manera híbrida, con cohermanos presentes en la sala de conferencias de la Casa Provincial y otros siguiendo el evento en una sala virtual en Google Meet.
Esta Asamblea Provincial estuvo marcada por la presentación del proyecto de revisión y actualización de la Ratio Formationis Provincialis, presentado por el Equipo de Formadores; una conferencia virtual con el P. João Paulo Tabarelli Moreira (Superior de la Región de Paraguay) sobre la preparación de la próxima Conferencia General, basada en el Fratelli Tutti; la presentación de los informes de las Casas de Formación, las Comisiones, el Centro Social P. Dehon, la escuela y la Casa Provincial; la celebración de los votos perpétuos del Frater Rodrigo Victor, en la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, además de la convivencia fraterna que se viovió a lo largo de toda la asamblea.
Durante la apertura de dichos trabajos, el superior provincial, P. Josemar de Lima, acogió con gran afecto a los nuevos fráteres, que emitieron sus primeros votos el pasado 2 de febrero: Diego Albuquerque, Douglas Câmara, João Batista y José Romário; también destacó la admisión al noviciado del postulante Derik Oliveira.
Celebramos con gran alegría los siguientes jubileos:
- 95 años de vida del P. Brás Severino (el SCJ más anciano);
- 50 años de vida sacerdotal de los padres Carlos Alberto, José de Ribamar y Renato Maia;
- 50 años de vida religiosa del P. Renato Maia;
- 40 años de vida sacerdotal de los padres Antônio Gonçalves y João Batista;
- 30 años de vida sacerdotal de Monseñor André Vital y del P. Dagnaldo Alexandre;
- 25 años de vida sacerdotal de los padres Francisco Belarmino, Izaú Cavalcanti y Josenildo Cândido.
Al final de la asamblea, celebrando la memoria litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes, damos las gracias por los seis años de vida sacerdotal del P. Luiz Alípio.
Vea ahora dos ricas entrevistas sobre algunos de los temas tratados anteriormente. La primera con nuestro Superior Provincial, el P. Josemar de Lima, scj, y la segunda con nuestro más reciente religioso de votos perpetuos, el Frater. Rodrigo Victor, scj.
P. Josemar, la Asamblea Provincial es una puesta al día “para nuevos tiempos y nuevas obras”, como decía nuestro Fundador. ¿Cómo valora estas actualizaciones/renovaciones vistas en la Asamblea?
La celebración de la Asamblea de la Provincia BRE fue realmente un tiempo de gracia en el que el Señor, por la fuerza del Espíritu Santo, iluminó a todos los participantes. Aunque fue de forma híbrida, fue un tiempo de comunión, reflexión y evaluación para continuar nuestra misión en tiempos tan difíciles. Lo evalúo de manera positiva, porque tuvimos la oportunidad de conocer cómo va la vida de la Provincia, todo lo que está bien y lo que hay que mejorar.
¿Qué se espera de estos “aggiornamenti” para nuestra Provincia?
Son muchos los frutos que surgieron de esta Asamblea, y por ello debemos dar gracias a Dios, a saber: 1. Presentación de la actualización de la Ratio Formationis Provincialis; 2. Desarrollo de una sensibilidad social buscando ser conscientes de que la solidaridad es la expresión de nuestro carisma, y así, partiendo de ver, sentir y cuidar, se presentó el Proyecto de la Casa de Apoyo Padre Dehon, que se dejó mejorar y se buscaron especialistas para evaluarlo mejor; 3. Conocimiento del avance del proceso de administración compartida de nuestra escuela Nossa Senhora de Fátima presente en la ciudad de Paulista/PE; 4. Presentación del proyecto de recaudación de fondos.
Frater Rodrigo, describa brevemente su itinerario de formación dehoniana.
Siempre digo que mi vocación surgió en la vida cotidiana de los Padres Dehonianos de mi ciudad. No creo que la “llamada” se produjera en una fecha importante y emblemática, sino que fue el ejemplo el que me atrajo a esta vocación. Por el buen trato a las personas y el cuidado de la vida sacramental que siempre tuvieron mis párrocos, me sentí impulsado a buscar esta vida de entrega para mi historia. En mi parroquia fui monaguillo, catequista y legionario, y siempre me encontré muy insertado en la vida pastoral.
Entré en la Congregación a los 17 años, el 10 de febrero de 2012, en el Seminario Santo Antônio (Paulista/PE) y al año siguiente comencé mis estudios filosóficos en la Universidad Católica de Pernambuco. En 2016, ingresé en el Noviciado Coração de Jesus (Barretos/SP), donde hice mis primeros votos en la Congregación el 15 de enero de 2017. Ese mismo año, me trasladé al Convento Sagrado Coração de Jesus (Taubaté/SP) y comencé los estudios de teología en la Facultad Dehoniana, que concluyeron en 2020. El pasado 10 de febrero hice mi Profesión Perpetua. Actualmente estoy haciendo prácticas de pastoral, colaborando con el P. José Daniel, scj, en la Parroquia de Nossa Senhora do Perpétuo Socorro, en Fortaleza/CE. Así, confiando en la gracia divina, me preparo para el ministerio sacerdotal para servir a Dios a través de la Iglesia y la Congregación de la mejor manera posible.
¿Qué mensaje dejaría a las vocaciones y a los seminaristas que siguen este horizonte dehoniano?
A lo largo de mi trayectoria vocacional, siempre me he preguntado si he ido por el buen camino, y si mi preparación para el ministerio ordenado ha tenido como objetivo hacer felices también a los demás. Creo que en la mente de todo joven siempre surge la incertidumbre del futuro, y hoy, ante una situación en la que todo es efímero, siempre reflexiono sobre la importancia y la responsabilidad de comprometerse para toda la vida. Como siempre digo, la Iglesia me ofreció una oportunidad de crecimiento y agregación de valores a la que estoy muy agradecido. Y poco a poco, estando atento a los detalles de Dios, voy viendo la confirmación de la llamada que Él me hizo, y me doy cuenta de que la vida religiosa y el camino del ministerio ordenado me ha hecho y me hará mucho bien, porque me siento realizado en lo que hago, y creo que es un camino de humanización en el que puedo ayudar a muchas personas.