La provincia brasileña de BSP ha inaugurado una casa para hermanos ancianos y enfermos. Es deber de toda la provincia cuidar de aquellos que experimentan fragilidad.
La fecha del 12 de agosto de 2022 quedará eternamente marcada en la vida de nuestra Provincia. Además de ser el aniversario de la muerte del venerable padre Dehon, nuestro fundador, fue elegido el día para la bendición de la Casa Dom Couto. Hubo una gran participación de cohermanos de varias partes de la Provincia, así como de los estudiantes del Seminario Dehoniano, que prestaron sus dones para la música litúrgica, y de algunos laicos que fueron invitados a celebrar este importante momento.
La celebración fue presidida por el Superior Provincial, P. Eli Lobato dos Santos. El Directorio de nuestra Provincia afirma que una de las finalidades de la Congregación, inspirada en su identidad carismática, es: “atender a los miembros ancianos y enfermos de la Congregación asistiéndolos en sus necesidades”. El deseo de cuidar a los religiosos de la tercera edad exigió que se pensara y reflexionara intensamente sobre cada detalle de la casa, pero ésta no será en ningún caso un “asilo”, ni un lugar donde los enfermos se sientan “abandonados”; al contrario, la cuestión de los cuidados se plantea de forma más amplia. Sobre esto, el Hermano Gilmar dijo durante la celebración:
“Cuidar no es una acción aislada que haces por alguien, sino que es un proceso que implica varias acciones que tú, solo o con alguien más, realizas a favor de otra persona, para que se sienta mejor…. Aquí, en nuestro caso, la Casa dom Couto, son muchas las personas que ya están implicadas en este proceso de atención: la comunidad religiosa del Conventinho -los religiosos formadores, los profesores, los diáconos y los frailes-, los cuidadores, los vigilantes, los colaboradores, la ciencia médica de las distintas áreas… y muchas otras personas que seguirán implicadas en este proceso. Cuidar es más que una acción y abarca más que un momento de atención. Es aquella relación que se preocupa y se responsabiliza por el otro, que se involucra y se deja involucrar en su vida y en su destino, que es solidaria y compasiva. La preocupación sólo surge cuando la existencia de alguien es importante para mí. Entonces me dedico a ellos, me pongo a su disposición para participar en su destino, sus búsquedas, sus sufrimientos y sus logros, en definitiva, en su vida. En nuestro caso, ese alguien será un cohermano, enfermo o anciano, que será acogido y cuidado en esta casa.
Para acoger a nuestros hermanos, el proyecto provincial de la Casa Dom Couto vivirá un nuevo momento; todavía tenemos que amueblar algunas habitaciones y otras estructuras que necesitan una atención especial para que la Casa esté bien equipada. Aprovechamos para agradecer a las obras y a los cohermanos que han hecho donaciones e invitamos a todos los que quieran colaborar, para que juntos hagamos lo mejor para nuestros hermanos mayores y enfermos. Una nueva historia, llena de cuidado y respeto, ha comenzado a escribirse en nuestra Provincia e invitamos a todos a abrazar esta causa.